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Por esta fábrica pasaron miles de trabajadores que cumplían distintas funciones.
Por esta fábrica pasaron miles de trabajadores que cumplían distintas funciones.
Fuente: Archivo Caparró
Para los trabajadores permanentes de la fábrica se construyeron viviendas en la calle San Fernando, de las que dos aún se conservan.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Pero sin duda, el símbolo por excelencia de la fábrica fueron las cigarreras.
Muchas de ellas vivían en Triana, y para poder atravesar el río de una forma cómoda cuando no existían los puentes que actualmente conocemos, partían desde el llamado Embarcadero de Las Cigarreras.
Muchas de ellas vivían en Triana, y para poder atravesar el río de una forma cómoda cuando no existían los puentes que actualmente conocemos, partían desde el llamado Embarcadero de Las Cigarreras.
Fuente:
Jesús de las Cuevas
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Prosper Mérimée se inspiró en estas trabajadoras para publicar su novela Carmen.
Más tarde, Bizet compuso una ópera homónima, que catapultó universalmente la figura de las cigarreras.
Gracias al reconocimiento popular, esta ópera rotula una calle de la ciudad desde 1981.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
La figura de Carmen, la protagonista, alcanzó tal magnitud que en 1973 se le dedicó el Monumento a Carmen, frente a la Real Maestranza de Caballería, lugar muy relacionado con la cigarrera (diremos solo esto para no desvelar detalles).
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Más allá de la ficción, las cigarreras sevillanas tuvieron su gran homenaje en 2000, con la rotulación de la Glorieta de las Cigarreras en las inmediaciones de la nueva fábrica, ubicada en Los Remedios.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)