Leyendas: Cabeza del Rey Don Pedro

En uno de sus paseos nocturnos por la actual calle Candilejo, el Rey Pedro I se cruzó con un miembro de una familia enemiga que apoyaba conspiraciones contra él.
Se enzarzaron en un duelo a muerte que venció el monarca.

Desde una ventana cercana, una anciana lo vio todo a la luz de un candil, reconociéndole por el sonido peculiar que producían sus canillas al andar.

Tras el susto, el candil de la anciana cayó al suelo. De este hecho toma su nombre esta calle.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

El rey aseguró que la cabeza del asesino sería expuesta en el lugar del crimen.

La anciana declaró acompañada de su hijo y le mostró el culpable al rey al señalarle un espejo en el que Don Pedro estaba reflejado.

Don Pedro cumplió su palabra y llevó al lugar una caja de madera que fue colocada tras una reja en una hornacina debido a que el asesino era de familia muy importante.

Años más tarde, cuando murió el rey se abrió la caja y todos quedaron sorprendidos al ver que estaba allí la cabeza del rey, pero no era más que una estatua.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Esta efigie fue colocada entre 1618 y 1620, desconociéndose si sustituyó a otra anterior, o si fue una creación del siglo XVII para alimentar la leyenda.

Real o no, esta historia es la que da nombre a esta famosa calle sevillana.