jueves, 24 de febrero de 2011

Palacio de Altamira

Gracias a la visita organizada por Cultura de Sevilla visité este hermoso palacio, que siempre había estado en mi lista de visitas pendientes.


El palacio se encuentra en la calle Santa María la Blanca, zona que formaba parte de la Judería sevillana.
Tras el pogromo contra los judíos en 1391, estos terrenos pasaron a manos del Justicia Mayor de Castilla, Don Diego López de Stúñiga, que levantó sobre ellos el palacio.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Tras los Stúñiga, otras señoriales familias habitaron el palacio, tales como los Condes de Plasencia, los Duques de Béjar, los Duques de Sesse, los Duques de Velada, los Marqueses de Villamanrique, los Marqueses de Ayamonte, los Marqueses de Astorga o los Condes de Altamira, a quienes debe su nombre actual.

Aún se conservan numerosos detalles que representan el escudo de la familia que mandó construir el palacio.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Con el paso de los siglos el palacio sufrió numerosas obras y mejoras, hasta que en el siglo XIX fue destinado a casa de vecindad en alquiler. Para ello se realizaron ciertas reformas que enmascararon la primitiva construcción mudéjar, descubierta recientemente debido a las investigaciones arqueológicas.
Encontrándose en estado ruinoso desde mediados del siglo XX, fue adquirido y restaurado por la Junta de Andalucía, convirtiéndose en sede de la Consejería de Cultura en 1997.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Al recorrer el palacio vemos que los artesonados originales ya no adornan los techos, pero aún se siguen conservando numerosos fragmentos que consiguieron ser rescatados.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Bajo esta sala también se encuentra un aljibe, visible tras una cristalera.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Destaca uno de sus patios, con una gran alberca central, rodeado de unas columnas que muestran los distintos tipos de arquitectura que ha tenido a lo largo de los siglos.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

El palacio fue engalanado hacia 1570 con motivo del enlace entre el primer Marqués de Villamanrique, Álvaro de Zúñiga y Guzmán, y Blanca Enríquez.
La bóveda de la que fuera Sala de armas sigue decorada con el monograma ALB, formado por las iniciales de Álvaro y Blanca.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Esta estancia fue convertida en el siglo XVII en Oratorio Bajo del palacio por la Duquesa de Velada.
El pavimento actual reproduce el original correspondiente a la fuente de alicatado, recuperado en 1988.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

El Palacio de los azulejos es un núcleo doméstico y privado, inspirado en el Patio de las muñecas del Real Alcázar.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Uno de los núcleos principales del palacio estaba fue construido para uso de la señora de la casa.
Al levantarse la fachada actual del edificio, se destruyó gran parte de éste, quedando enterrado un magnífico jardín de crucero.
Permaneció oculto, y sobre él se desarrollaron actividades comerciales en establecimientos y tiendas durante la época en que el palacio fue un conjunto de viviendas de alquiler.

Gracias a las obras de restauración, esta joya ha sido recuperada.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Este reportaje se queda corto por todo lo que el palacio tiene que enseñar y contar. Os aconsejo que lo visitéis.

5 comentarios:

  1. ¡Qué buena descripción y muy buenas fotos! gracias por enseñarnos tan bellos lugares. Saludos

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  2. Buen reportaje. Por completar tu entrada, deberias indicar donde se encuentra el palacio, que no lo pones.

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  3. @Fali: Muchas gracias!! Me alegro de que te haya gustado!
    PD: Te recomiendo que lo visites ;)

    @sergio diaz: fallo corregido jejejeje graciass!!

    Un abrazo.

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  4. No conocía el interior del Palacio de Altamira...Gracias a esta entrada, al menos, ya puedo presumir de conocer algo del mismo. Gracias.

    Un abrazo.

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  5. Lo cierto es que al ser sede de una Consejería es difícil imaginar lo que contiene y la historia que almacena.

    Un abrazo.

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