En la Plaza de los Refinadores se encuentra la inconfundible figura del burlador sevillano por excelencia.
Fuente:
Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
La estatua fue erigida en 1974 por iniciativa de la empresa sevillana Arteconsa, con motivo de una próxima apertura de nuevas oficinas.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Esta obra del escultor Nicomedes Díaz Piquero es realmente un monumento al Don Juan de Tirso de Molina, que alcanzó gran fama gracias a la ópera Don Giovanni de Mozart.
Pero al estar ubicado en Sevilla solo puede representar para nosotros al Don Juan Tenorio de José Zorrilla, cuya inspiración le llegó mientras estaba hospedado en La Hostería del Laurel.
Don Juan, que según la tradición popular nació en la Plaza de los Venerables, y Don Luis apuestan por ser el que más mujeres conquista.
Pero al estar ubicado en Sevilla solo puede representar para nosotros al Don Juan Tenorio de José Zorrilla, cuya inspiración le llegó mientras estaba hospedado en La Hostería del Laurel.
Don Juan, que según la tradición popular nació en la Plaza de los Venerables, y Don Luis apuestan por ser el que más mujeres conquista.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Don Juan resulta vencedor y es nuevamente retado, esta vez a conquistar a una novicia y a la prometida de Don Luis, Doña Ana.
Doña Inés, la prometida de Don Juan, tenía su casa en la Plaza Doña Elvira según la tradición popular, pero ella se encontraba desde la infancia en un convento.
Doña Inés, la prometida de Don Juan, tenía su casa en la Plaza Doña Elvira según la tradición popular, pero ella se encontraba desde la infancia en un convento.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Tras raptar a Doña Inés del convento y conquistar a Doña Ana, Don Juan gana el reto.
Don Gonzalo de Ulloa, padre de Doña Inés, y Don Luis claman venganza, por lo que tratando de ajusticiar a Don Juan, éste les mata y huye.
A su vuelta, años después, visita el panteón de sus víctimas, donde también está la de Doña Inés, quien había muerto de amor.
En una cena a la que asiste también la estatua funeraria de Don Gonzalo, ésta cobra vida y está dispuesta a llevar a Don Juan al infierno por sus pecados, pero en el último instante, aparece el alma de Doña Inés, que consigue que Don Juan se arrepienta de todo el mal realizado, subiendo ambos al cielo.
Su estatua sigue esperando el paso de alguna mujer que, desprevenida, pueda caer en sus redes, fiel a su leyenda.
Don Gonzalo de Ulloa, padre de Doña Inés, y Don Luis claman venganza, por lo que tratando de ajusticiar a Don Juan, éste les mata y huye.
A su vuelta, años después, visita el panteón de sus víctimas, donde también está la de Doña Inés, quien había muerto de amor.
En una cena a la que asiste también la estatua funeraria de Don Gonzalo, ésta cobra vida y está dispuesta a llevar a Don Juan al infierno por sus pecados, pero en el último instante, aparece el alma de Doña Inés, que consigue que Don Juan se arrepienta de todo el mal realizado, subiendo ambos al cielo.
Su estatua sigue esperando el paso de alguna mujer que, desprevenida, pueda caer en sus redes, fiel a su leyenda.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Esta leyenda da mucho juego en Sevilla.
ResponderEliminarDel convento de Dª Inés, algunos lo situan en la calle Calatrava, pero la tradicción lo lleva a la placita de Sta Marta donde D. Juan la raptaría y la llevaría por la calle Santander abajo a la Torre del Oro donde cogerían una barca hasta la quinta de D. Juan en Coria, que sería el lugar donde le recitaría aquello de "no es verdad angel de amor ...".
Tb se dice que en la esquina de Alemanes y la avenida de la Constitución es donde muere D. Juan.
Toda una serie de sitios de leyenda que llenan nuestra ciudad.
Saludos,
Luis.
Me pregunto cuántas mujeres habrán pasado por debajo de la figura e imaginado una escena con D. Juan.
ResponderEliminarSaludos.
@Luis: Pues sí que la tradición popular sitúa el rapto en la Plaza de Santa Marta, pero no comparto ese pensamiento jeje.
ResponderEliminarLo cierto es que imaginarse la escena de Don Juan recitándole esas estrofas a Doña Inés, me parece... demasiao!
Sí que se habla de su muerte en la Avenida de la Constitución, pero creo que son historias que no han calado hondo.
Será por lugares legendarios de la ciudad!! jejeje
@Flamenco Rojo:
Yo también he pensado eso mismo al pasar por ahí más de una vez jejeje Aunque también imagino que la intranquilidad viniera de si algún "Don Juan" de carne y hueso le salía al paso. Porque la zona de noche no inspira mucha confianza.
Un abrazo.