En un recorrido habitual para los que nos movemos por Cartuja podemos ver algo tan extraño, para mí, como el estado de sus glorietas.
Entrando por el puente de la Barqueta llegamos a la glorieta Isla Mágica, muy poblada como podemos ver.
Hacia la derecha llegamos a la siguiente, al final de la calle Juan Bautista Muñoz, convertida en un pedacito de bosque.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Hacia la derecha llegamos a la siguiente, al final de la calle Juan Bautista Muñoz, convertida en un pedacito de bosque.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
En el otro extremo de esta calle encontramos otra glorieta más, profusamente poblada.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Lo raro es que cuanto más nos acercamos a uno de los grandes pulmones verdes de Sevilla, el parque del Alamillo, más desiertas se encuentran las glorietas.
Es el caso de la glorieta Beatriz Manchón, que presenta este estado.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Su estampa mejora en alguna época del año, contando con un bonito manto.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Es una pena que en la misma puerta del parque, un enorme espacio que se amplía cada vez más, se encuentre una gran glorieta totalmente desértica.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Ojalá...Recuerdo ahora haber atravesado Alahurín de la Torre y sorprenderme la decoración de todas las rotondas...y eran bastantes.
ResponderEliminarSaludos.
Pues es verdad, la rotonda a la entrada del Parque del Alamillo no puede ser más árida. No será difícil que paisajísticamente diga algo.
ResponderEliminarInteresante reportaje. Un saludo.
@Flamenco Rojo: Y no hace falta irse tan lejos!! Una lástima que aquí eso no se cuide mucho.
ResponderEliminar@Sevalber: Muchas gracias! Hacía tiempo que no te veía por aquí ;)
Un abrazo.