Las Victorias aladas de la Plaza de América

Para el ornato de la Plaza de América con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, se realizaron 16 Victorias aladas colocadas sobre altas columnas.

Fueron realizadas por tres escultores, Lorenzo Coullaut Valera, Manuel Delgado Brackembury y Pedro Carbonell.

Estas figuras, que engalanaron uno de los principales focos de la exposición, se encuentran actualmente en un pésimo estado.
A todas les falta algo, ya sea una mano, las alas o la cabeza.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Lejos quedan ya estas imágenes, donde todas lucían con gran esplendor.

Fuente: Fototeca de la Universidad de Sevilla

Fuente: Fototeca de la Universidad de Sevilla

Alejandro Collantes de Terán

Nacido en Sevilla en 1901, este poeta y periodista perteneció a la Generación del 27.

Colaboró en numerosos periódicos, así como en revistas. Sin embargo, sólo publicó novelas cortas y libros de temática local.

Falleció en la calle Gloria, de forma prematura, en 1933.

En la fachada de esa casa se recuerda que allí dejó la vida este gran erudito.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Peticiones: Carlos Brujes

Con esta entrada, Esa Sevilla estrena su sección de peticiones.

José C. Martín quería conocer más acerca de Carlos Brujes, cuyo nombre lleva, desde 1950, una calle del barrio Tiro de línea, donde residió durante su infancia y adolescencia.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Carlos Brujes, nombrado en alguna ocasión como Carlos flamenco debido a su origen, fue el sucesor de Arnao de Flandes como vidriero de la Catedral de Sevilla.
Al no haber datos sobre su apellido, se le conocía como Carlos de Brujas, nombre que fue castellanizado con el tiempo.

Se presentó en el templo solicitando ser admitido como vidriero, cuando en realidad era un maestro vidriero bien formado.
Fue admitido, y en enero de 1558 le fue encargado su trabajo.

Para la Catedral de Sevilla realizó la Vidriera de la Resurrección, ubicada en el Crucero, en el lado del Evangelio.
También se encargó de restaurar las antiguas vidrieras.

Fuente: Francisco Barranco

En su obra dejó patente su calidad como maestro, necesitando solo una leve restauración en el siglo XX, a diferencia de las labores necesarias en casi todas las demás.

Pero su destreza solo quedó reflejada en esa obra, ya que a finales de 1558 se vio envuelto en el brote de protestantismo que se vivió en la ciudad, por lo que fue encarcelado por el Santo Oficio, muriendo al año siguiente en Auto de Fe.

Leyendas: El pajarito de San Pedro

En las fachadas de muchas iglesias podemos encontrar cerámicas dedicas a las ánimas que residen en el purgatorio.
Eran colocadas para solicitar donativos o ruegos que las liberasen de su estado.

Ésta, sita en la Iglesia de San Pedro, cumplía la misma función, como reza la inscripción:

Tened compasión de mí.
Al menos vosotros mis amigos.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Pero es conocida especialmente por un motivo bien distinto.

Fue pintada por Juan Oliver, quien dibuja un pájaro en todas sus obras. En esta aparece un pequeño jilguero, casi escondido.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Muchos sevillanos se han parado allí, no para rezar por las ánimas del purgatorio, sino para encontrar el pajarito que, según la tradición popular, le permitiría casarse en poco tiempo.

Son típicas las escenas de personas paradas allí delante buscando el famoso pajarito, y otras riéndose por no ser capaz de encontrarlo.

Ahora, esta es la parte que uno no debería leer si nunca ha buscado el pajarito y pretende hacerlo.
Y es que esta historia, conocida básicamente por los sevillanos, ya es un poco más accesible para todos, pues en 2008 fue colocada allí una placa que explicaba esta leyenda, y da una pequeña pista de dónde se encuentra.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

En esta última imagen, se puede ver tanto el pajarito como la firma del autor, mostrando con total claridad dónde encontrarlo.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

La balsa Uru

El aventurero español Kitín Muñoz construyó en 1988 su balsa Uru.

Con ella atravesó el Océano Pacífico desde Lima a Tahití para demostrar que los pueblos amerindios pudieron llegar a la Polinesia antes del descubrimiento de América.

Fuente: Enrique Amayo

Para la Exposición Universal de 1992 de Sevilla se realizó una réplica de esta balsa y fue exhibida junto al Pabellón de la Navegación.

Fuente: Álvaro Pinel

Fuente: Fernando López

Fuente: Ricardo Héctor Pérez

Tras Expo'92 formó parte del contenido de Cartuja. El Parque de los Descubrimientos.

Fuente: ABC

Posteriormente fue restaurada para la apertura del espacio Puerta Triana en 1996, quedando cobijada por el Pabellón de la Navegación, donde quedó abandonada durante años.

En esta restauración intervino el propio Kitín Muñoz.

Fuente: Ashler

En 2007 AGESA decidió destruirla al considerar que una nueva restauración no era viable.

Tras años de abandono, y a pesar de haber sido muy visitada, la balsa Uru acabó en una cuba de escombros.

Fuente: Alberto Martín

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Colón se mojó en el Archivo General de Indias

Quienes visitan el Archivo General de Indias pueden contemplar, entre otros detalles, el patio central.

Fue dibujado ya en el siglo XIX por Parcerisa, apreciándose que entonces decoraba el patio una fuente.

Fuente: La Casa Lonja de Sevilla

Con el tiempo la fuente quedó simplemente adornada con la base del antiguo pináculo.

Fuente: Fototeca de la Universidad de Sevilla

Para embellecerla, fue colocada una estatua de Cristóbal Colón en 1892, con motivo del IV centenario del descubrimiento de América.

Fuente: ABC

Pero llegado el año 1965 la estatua se encontraba muy deteriorada, y al carecer de valor artístico para los responsables, fue desmontada para colocar en su lugar una bola del mundo.
La esfera estuvo adornando la fuente hasta los años 70, cuando fue desmontada.

Fuente: Fototeca de la Universidad de Sevilla

A día de hoy, no tenemos estatua de Colón, ni bola del mundo, ni siquiera fuente...
Al menos sigue mereciendo la pena visitar el espectacular patio.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)