miércoles, 20 de mayo de 2015

Pabellones autonómicos: Galicia (I): Un pabellón conservado

El Pabellón de Galicia fue proyectado como edificio efímero y su primera piedra se colocó en diciembre de 1990.

Fuente: Archivo General de Andalucía

Fuente: ABC

Fuente: Lar Gallego de Sevilla

Fuente: Informe Gráfico Expo’92

El edificio conjuga los materiales gallegos (granito gris de Lugo, rosa de Porriño y pizarra de Ourense) con aceros y vidrios especiales.

Fuente: Pabellón de la Navegación

Fuente: No digas que fue un sueño

Fuente: José Ramón López

Fuente: Michel Castéran

Fuente: Rosa Lobera

Fuente: Manwel

Fuente: Icarus UK

El proyecto tuvo en cuenta la utilización nocturna del pabellón por su ubicación junto al Lago de España.

Para ello se proyectó una zona de bar o taberna típica, complementada con un restaurante especializado en cocina gallega, abiertos a la gran escalinata que forma la cubierta de la sala principal del pabellón.

Fuente: Icarus UK

 
Fuente: Lar Gallego de Sevilla

Fuente: Folleto Pabellón de Galicia

Fuente: O Prof Godin

 Fuente: O Prof Godin

En el interior se hacía una gran promoción de Galicia y del Año Santo Jacobeo que se celebraría en 1993.

Podíamos encontrar el botafumeiro original del orfebre José Losada.

Fuente: Folleto Pabellón de Galicia

A través de varias plantas un gran mural mostraba las rutas del Camino de Santiago y sus principales monumentos.

Fuente: Folleto Pabellón de Galicia

Lo más destacado del pabellón era la maqueta a escala 1:25 de la Catedral de Santiago, realizada en poliéster.

Esta maqueta permitía observar detalles que a simple vista no pueden observarse en la catedral gallega.

Fuente: Niels Kolditz

Fuente: Oronoz

Fuente: Vladimir Berrio-Lemm

Fuente: Folleto Pabellón de Galicia

Fuente: El Corte Inglés (Paco Sánchez)

En la tercera planta, artistas gallegos de vanguardia presentaron once cuadros.

Fuente: Folleto Pabellón de Galicia

Completaba los contenidos la tienda del pabellón.

Fuente: Folleto Pabellón de Galicia

Este pabellón se proyectó, como ya hemos dicho, como efímero. Pero a diferencia de otros tantos cuyo motivo era el derribo, desde su concepción se pensó en la reutilización en tierras gallegas.

Tras la Expo'92 el pabellón fue desmantelado y trasladado a Santiago de Compostela, donde actualmente es la sede de la S.A. de Xestión do Plan Xacobeo.

Fuente: R.F.Rumbao

Fuente: R.F.Rumbao

Fuente: pacguemon

Desde entonces sigue albergando parte de su contenido, destacando aún la gran maqueta.

Fuente: Turismo de Galicia

Fuente: Desconocida

Fuente: R.F.Rumbao

Fuente: R.F.Rumbao

Fuente: Desconocida

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jueves, 14 de mayo de 2015

Pedro Campaña, el flamenco que trabajó para Sevilla

Pieter Kempeneer fue un artista flamenco del siglo XVI.

Nacido en Bruselas, se estableció en Sevilla durante un cuarto de siglo, lo que hizo que su nombre fuera castellanizado como Pedro de Campaña.

Entre las obras realizadas para nuestra ciudad destacan el retablo de la Iglesia de santa Ana 


Fuente: Indaliano y Olé

y el retablo de la Purificación de la Virgen, ubicado en la Catedral.


Fuente: Ramón Escobar

En la Catedral también conservamos un Descendimiento de su autoría, que forma parte de la serie que pintó a lo largo de su vida.


Fuente: Pepe Becerra

En reconocimiento a su gran trabajo, la calle Pedro Campaña se incorporó a la ciudad en 1943, dejando de pertenecer desde ese momento a la vecina calle Santa Justa.


Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

martes, 5 de mayo de 2015

Pabellones autonómicos: Cataluña

Uno de los proyectos presentados al concurso del Pabellón de Cataluña de la Expo'92 fue el presentado por las arquitectas Silvia Farriol y Anna Soler.

Fuente: solerfarriol

Fuente: solerfarriol

Sin embargo, el proyecto ganador rompía con el resto de propuestas.
Los arquitectos Pere Llimona y Xavier Ruiz presentaron un edificio que huía de ortogonalidades y paralelismos, resultando un proyecto en el que las paredes no eran paralelas.

El espacio del pabellón quedaba cerrado por tres cuerpos en forma de "V", unidos por un espacio central, alrededor del cual se desarrollaba un sistema de rampas que constituía el eje fundamental de circulación.

Entre cuerpo y cuerpo quedaban unas rendijas verticales, a manera de puertas entreabiertas, que invitaban a descubrir el misterio interior.
El pabellón era un contenedor, una arquitectura neutra que evitaba competencia al contenido.


Fuente: Pere Llimona

Fuente: Pere Llimona

Fuente: Bea Goller

Fuente: OCW de la Universidad de Sevilla

Fuente: FCC Construcción

Fuente: Guía Oficial Expo'92


Fuente: Revista Espais (Francesc Roca)

Fuente: No digas que fue un sueño

El edificio, que contaba con tres plantas y un sótano, sólo tenía un pilar en toda su estructura, aprovechando así mejor la luz proporcionada por los aparentes muros de hormigón, realizados en realidad con perfiles metálicos de hierro, algo no frecuente pero útil para eliminar pilares.

Este edificio, un poco torcido, respondía a una de las interpretaciones el topónimo Cataluña, como tierra de castillos.


Fuente: Icarus UK

El restaurante y el bar se situaban en la última planta, para permitir la vista del Lago de España.

Delante del pabellón ondeaba una enorme senyera.

Fuente: Niels Kolditz

Fuente: Cercha (García Cordero)

Hacia el final de la obra del pabellón los arquitectos se dieron cuenta de que no se había previsto ningún rótulo. Les pareció que en ese edificio sólo cabía una pintada callejera, por lo que se recurrió a Antoni Tàpies, que aceptó encantado.

De este modo Tàpies decoró la fachada principal junto a la entrada del pabellón, revestida al igual que todo el exterior con losas de piedra calcárea de Cabra para darle aspecto de castillo.

Fuente: Joey Robledo


Fuente: Recuerdo Ilustrado Expo'92 (P. Aimar)

Fuente: Pabellón de la Navegación

Fuente: agostinho sousa

Fuente: Carlosherbane

Fuente: Canaan

Este mural quedó listo justo el día antes de la inauguración de la Expo’92, por lo que se temió que quedara fresco para entonces o que tuviera problemas en días de lluvia, algo que por suerte nunca ocurrió.

Dado el estilo de este innovador rótulo algunos visitantes pensaron que se trataba de algún acto vandálico realizado sobre la limpia fachada.


Este pabellón efímero fue utilizado tras la exposición en Cartuja. El Parque de los Descubrimientos, permaneciendo allí hasta su derribo en 1998.
Con este derribo, desgraciadamente, el mural de Tàpies se perdió al haber sido realizado sobre la fachada, como ampliación del boceto original.




En el interior, una exposición permanente compartía el pabellón con exposiciones temporales, donde cada semana se podía contemplar el trabajo de un artista catalán diferente.
De igual modo, en el restaurante cada semana podía probarse una demostración gastronómica catalana distinta.

Los contenidos del pabellón promocionaban el turismo de Cataluña, habiendo también una dedicación especial a sus Juegos Olímpicos.

Fuente: Pere Llimona


Fuente: Icarus UK

Fuente: Diario 16 (Paco Cazalla)

También contó con la exposición de Bea Goller sobre el pabellón, inaugurada anteriormente en el COAC de Barcelona.
En esta exposición se recreaba el pabellón catalán y mostraba, entre otras, imágenes de su construcción.

Fuente: Bea Goller

Lejos de los conflictos institucionales actuales, en el pabellón se inauguró una muestra que mostraba a Barcelona como capital mundial de la edición en castellano.


Fuente: Jaime Raynaud

Fuente: Jaime Raynaud

El pabellón contó durante tres días con un elemento expositivo que no estaba programado inicialmente.

El 20 de mayo el F. C. Barcelona ganó la Copa de Europa. Al término de este encuentro, que fue visto en el recinto por centenares de aficionados, surgió de forma espontánea la idea de que el trofeo fuera expuesto en el pabellón.

Lejos de caer en saco roto, esta idea prosperó.
El presidente del club, José Luis Núñez, lo anunció afirmando que era un deber de gratitud con la afición sevillana, que se había volcado con el equipo seis años antes, cuando el equipo no pudo ganar la final celebrada en Sevilla.

Así, el 19 de junio la Copa de Europa llegó a Sevilla, siendo presentada en el Ayuntamiento y posteriormente trasladada al pabellón.
Los portadores de la copa fueron los jugadores sevillanos Nando y Serna, en un guiño especial a la ciudad.

Fuente: ABC

A la entrada del pabellón, Curro dio la bienvenida a la comitiva azulgrana.

Fuente: ABC


Fuente: La Vanguardia (Rodolfo Molina)

Fuente: ABC

Durante aquellos tres días muchos aficionados y curiosos desfilaron ante la Copa de Europa para fotografiarse con el trofeo.

Fuente: PacoMelli



Además de sus contenidos, el pabellón organizó diversos actos para celebrar el Día de Honor de Cataluña, que se celebró el 22 de abril.
La comitiva catalana estuvo encabezada por el presidente autonómico.


Fuente: Jaime Raynaud

Tras los actos protocolarios y las actuaciones musicales regionales llegó el gran reclamo de los visitantes, la participación de Els Castellers de Vilafranca, que actuaron a las puertas del pabellón y a las puertas de El Palenque.

Fuente: La Vanguardia

Fuente: Europhoto EFE (Emilio Morenatti)

Fuente: ABC (Ángel Doblado)

Fuente: El Correo de Andalucía (Francisco Sánchez)

Por la tarde, en los Jardines del Guadalquivir tuvo lugar un encuentro regional donde hasta el presidente autonómico participó bailando las típicas sardanas.

Fuente: ABC (Díaz Japón)

viernes, 1 de mayo de 2015

El antiguo lagar de Sevilla

Desde al menos comienzos del siglo XVIII existía en Sevilla la calle denominada Lagar de la Cera, por un establecimiento para el blanqueo de la cera allí ubicado.

Con la reforma general del callejero de 1845 se acortó su nombre, conociéndose desde entonces como calle Lagar.

Al desconocerse habitualmente el origen del nombre de esta calle podríamos pensar que hace referencia al lagar o recipiente donde se pisa la uva para obtener el mosto.

Quizás por este motivo uno de los rótulos de dicha calle presenta tan característica decoración.

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)