Para entender el origen de este edificio, tenemos que hablar de los mercaderes de la calle Alemanes.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Este nombre aparece desde el siglo XIX, debido a los mercaderes de dicha nacionalidad establecidos en esta calle.
Los comerciantes hacían sus tratos en las Gradas de la Catedral.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Pero cuando llovía, los mercaderes se refugiaban en la Catedral, donde hacían sus transacciones.
Estos hechos agotaban la paciencia de las autoridades eclesiásticas.
Por ello, a modo de advertencia, colocaron en 1519 un relieve en la Puerta del Perdón. Se trata de una representación de la expulsión de los mercaderes del Templo.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Pero esto no sirvió de nada.
Así que aprovechando la visita de Felipe II a Sevilla en 1570 se acordó la construcción de la Casa Lonja de los Mercaderes.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
La negociación sobre la Lonja comenzó en 1598, cuando ya habían sido iniciadas las obras del edificio.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Las obras finalizaron en 1646, y mientras, los mercaderes realizaban sus transacciones fuera del recinto.
El edificio fue diseñado por Juan de Herrera, aunque fue modificado por Miguel de Zumárraga, en una acertadísima inclusión del abovedamiento de la planta superior.
El edificio fue diseñado por Juan de Herrera, aunque fue modificado por Miguel de Zumárraga, en una acertadísima inclusión del abovedamiento de la planta superior.
Sustituía así la solución herreriana de madera, resultando un menor riesgo de incendio, entre otros males.
Esta decisión fue clave para su futura elección como archivo.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Esta decisión fue clave para su futura elección como archivo.
Con esta solución los muros se resentían, por lo que fueron colocados enormes pináculos para contrarrestar este efecto.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
En 1717 se trasladó a Cádiz la sede del comercio ultramarino.
La infrautilización del edificio llevó a ser ocupado por viviendas particulares.
La elección en 1781 como sede del Archivo General de Indias detuvo la degradación del edificio.
Tras esta designación, Lucas Cintora readaptó el edificio y reformó la escalera principal, dotándola de la majestuosidad que hoy contemplamos.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
También es reseñable que en el interior de este edificio inició sus actividades en 1660 la academia de pintura fundada por Murillo.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
La entrada principal de este edificio no era originalmente la que conocemos hoy, que da a los Jardines de la Lonja. Se entraba por la fachada que da a la Catedral.
Por este motivo se encuentra allí la Cruz del Juramento, de la que ya hemos hablado.
Actualmente, la antigua Casa Lonja es la sede del Archivo General de Indias, cuya finalidad es la conservación, organización y difusión al ciudadano de los fondos producidos por las instituciones creadas para el gobierno y administración de los territorios ultramarinos españoles.
La idea de este archivo nació en 1785 por deseo del Rey Carlos III, con el objeto de reunir en un solo lugar los documentos referentes a Indias.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
La idea de este archivo nació en 1785 por deseo del Rey Carlos III, con el objeto de reunir en un solo lugar los documentos referentes a Indias.
El impulsor de este proyecto fue José de Gálvez, secretario de Indias.
El ejecutor del proyecto fue Juan Bautista Muñoz, académico e historiador, cosmógrafo mayor de Indias.
Ambos cuentan con sendas calles rotuladas con su nombre desde 1995.
Ambos cuentan con sendas calles rotuladas con su nombre desde 1995.
Calle José de Gálvez.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Calle Juan Bautista Muñoz.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Actualmente, el Archivo General de Indias cuenta con una segunda sede en la calle Santo Tomás de Aquino, conectada con la Casa Lonja mediante un túnel subterráneo.
Se trata de la antigua Cilla del Cabildo, un edificio levantado por el Cabildo Catedralicio como lugar de almacenamiento de las rentas pagadas en especie.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Magnifica entrada, felicidades,
ResponderEliminarLuis Hernández.
Muchas gracias! Es un edificio que merece la pena visitar, se puede entrar de manera gratuita, en poco tiempo y encanta tanto por fuera como por dentro. Un abrazo.
ResponderEliminarInteresante entrada.
ResponderEliminarDesconocía el uso del edificio de la calle Santo Tomás, de paso diré que un día fue Museo de Arte Contenporáneo (o por el estilo).
Gracias Cornelio. Como bien dices, se convirtió en Museo de Arte Contemporáneo en los 70 (creo recordar) y luego se adaptó como sede del archivo.
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