La Alameda de Hércules se urbanizó en 1574 como tal, una alameda.
Esta zona siempre fue un terreno pantanoso y para no perder sus orígenes, tras desecar la laguna, se colocaron fuentes a modo de pequeñas lagunas.
Con motivo de esta urbanización se colocaron dos columnas que son el símbolo de este rincón sevillano.
Estas columnas fueron traídas de la calle Mármoles, donde se descubrieron seis columnas de un antiguo templo romano.
Tres de ellas aún pueden observarse allí.
En el traslado, una de las otras tres columnas se fragmentó y las otras dos consiguieron ser colocadas.
Sobre una se colocó la figura de Hércules y sobre la otra la figura de Julio César. Ambas son obra de Diego Pesquera.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Con la restauración de 1764 se colocaron en el otro extremo otras dos columnas, de distinta procedencia, rematadas por leones. Este conjunto es obra de Cayetano de Acosta.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
En 1876 los pedestales de las columnas se protegieron del público con verjas.
Con las sucesivas restauraciones desaparecieron las antiguas fuentes.
Con la reciente restauración de la Alameda de Hércules se colocaron novedosas fuentes de las que mana agua de un pavimento que consta de distintos niveles.
Desaparecieron las verjas que protegían las columnas y se colocó mobiliario moderno como las farolas o un reloj elevado.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Hay que destacar el conjunto escultórico allí colocado tras esta última restauración, formando el Trío de la Alameda.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
La colocación de este conjunto es desconcertante, ya que cada una de las figuras tiene su historia individual.
En 1968 se inauguró el Monumento a la Niña de los peines, cuando ella aún vivía.
Por unas obras, en 2002 fue retirada de su emplazamiento, reapareciendo en el mismo lugar al año siguiente, pero con un pedestal distinto.
En 2007 volvió a ser retirada por la última urbanización de la zona, refugiándose en el patio de una peña flamenca sita en la calle Torrigiano.
En 2009 realizó su última reaparición, de nuevo, con un pedestal distinto.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
En 1991 se inauguró el Monumento a Manolo Caracol, obra de Sebastián Santos Calero.
Fuente: Javier Segura
En 2007 fue retirada por la última urbanizacion de la zona, refugiándose en los jardines de la Casa de las Sirenas, desapareciendo su pedestal.
En 2009, cuando se cumplía el centanio de su nacimiento, reapareció sobre su nuevo pedestal.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Este año, coincidiendo con estas dos recolocaciones, fue inaugurado el Monumento a Chicuelo, obra de Alberto Germán.
El diestro es representado realizando la Chicuelina, que él inventó.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Como curiosidad, podemos observar a vista de pájaro una inscripción en el suelo de la Alameda de Hércules.
Se trata de dos fechas, 1574, año de la creación de la Alameda, y 2007, año previsto para la reinauguración de la Alameda.
Pero como siempre en esta ciudad, los plazos no se cumpieron, y tal acto se llevó a cabo un año después.