Muestra de ello fue la enorme cantidad de publicidad que esta entidad destinó a la muestra universal, desde folletos hasta las simpáticas y codiciadas pegatinas con la mascota, Curro.
En el recinto, Banesto contó con cuatro puntos de atención a los visitantes, donde ofrecían publicidad sobre la propia entidad.
La entidad denominó a uno de esos puntos, situado junto a la Plaza Sony, como Pabellón Banesto, en clara alusión a su entorno.
Esta construcción tuvo un diseño peculiar, en forma de cono invertido, cuyo eje no era perpendicular a la tierra, y que estaba cortado de forma inclinada.
Fuente: Niels Kolditz
No obstante, la mayor aportación de Banesto a la Expo'92 fue la torre panorámica, de la que se hablará posteriormente.