Lectura previa recomendada: I
En 1991 se financió la expedición de la réplica vikinga Gaia, que partiendo de Noruega llegaría a tierras norteamericanas.
En 1991 se financió la expedición de la réplica vikinga Gaia, que partiendo de Noruega llegaría a tierras norteamericanas.
Se le unieron otras dos réplicas, la Oseberg y la Saga Siglar.
Fuente: Jørn Olav Løset
Dos de esas tres réplicas, la Oseberg y la Saga Siglar, prepararon un viaje a la Expo'92, tripuladas por marinos vestidos a la usanza vikinga.
A su llegada a la Exposición levantarían un campamento vikingo junto al Puerto de Indias.
Durante su estancia, los sevillanos tendrían acceso a las embarcaciones y al campamento, pudiendo incluso viajar los invitados en las naves por el río en pequeñas excursiones.
Tras su estancia, partirían hacia Islandia, y desde allí rumbo a Groenlandia y Canadá.
Pero muchos de estos planes se truncaron en mayo de 1992.
Las dos embarcaciones, reproducciones vikingas de madera de pino y roble, se dirigían a la Expo'92 desde Valencia.
Debido al mal tiempo naufragaron, consiguiendo la tripulación de ambas naves salir ilesa.
Al menos la idea consiguió salir adelante, dentro de sus limitaciones.
Así, unos vikingos llegaron a Sevilla en avión para montar el campamento, donde mostraron los peligros del mar, así como los restos recuperados de la Saga Siglar.
A su llegada a la Exposición levantarían un campamento vikingo junto al Puerto de Indias.
Durante su estancia, los sevillanos tendrían acceso a las embarcaciones y al campamento, pudiendo incluso viajar los invitados en las naves por el río en pequeñas excursiones.
Tras su estancia, partirían hacia Islandia, y desde allí rumbo a Groenlandia y Canadá.
Pero muchos de estos planes se truncaron en mayo de 1992.
Las dos embarcaciones, reproducciones vikingas de madera de pino y roble, se dirigían a la Expo'92 desde Valencia.
Debido al mal tiempo naufragaron, consiguiendo la tripulación de ambas naves salir ilesa.
Al menos la idea consiguió salir adelante, dentro de sus limitaciones.
Así, unos vikingos llegaron a Sevilla en avión para montar el campamento, donde mostraron los peligros del mar, así como los restos recuperados de la Saga Siglar.
Fuente: ABC