En las fachadas de muchas iglesias podemos encontrar cerámicas dedicas a las ánimas que residen en el purgatorio.
Eran colocadas para solicitar donativos o ruegos que las liberasen de su estado.
Ésta, sita en la Iglesia de San Pedro, cumplía la misma función, como reza la inscripción:
Tened compasión de mí.
Al menos vosotros mis amigos.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Pero es conocida especialmente por un motivo bien distinto.
Fue pintada por Juan Oliver, quien dibuja un pájaro en todas sus obras. En esta aparece un pequeño jilguero, casi escondido.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Muchos sevillanos se han parado allí, no para rezar por las ánimas del purgatorio, sino para encontrar el pajarito que, según la tradición popular, le permitiría casarse en poco tiempo.
Son típicas las escenas de personas paradas allí delante buscando el famoso pajarito, y otras riéndose por no ser capaz de encontrarlo.
Ahora, esta es la parte que uno no debería leer si nunca ha buscado el pajarito y pretende hacerlo.
Y es que esta historia, conocida básicamente por los sevillanos, ya es un poco más accesible para todos, pues en 2008 fue colocada allí una placa que explicaba esta leyenda, y da una pequeña pista de dónde se encuentra.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)
En esta última imagen, se puede ver tanto el pajarito como la firma del autor, mostrando con total claridad dónde encontrarlo.
Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)